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Razer se atreve con un cojín con sonido y vibración háptica

Razer ha presentado Project Carol, el primer cojín de cabeza del mundo con sonido envolvente y vibración háptica que quiere llevar a los gamers a un nuevo mundo de audio e inmersión. Hablamos de un gadget que propone algo que ya habíamos en los auriculares de la compañía.

Project Carol es el último diseño conceptual del departamento de I+D de Razer, un equipo dedicado a explorar nuevos diseños de productos. Esta gente es responsable de muchas ideas locas que nos han encantado en los últimos años, como la mascarilla RGB contra el coronavirus.

Project Carol lleva la inmersión y el realismo a nuevas cuotas con su uso inteligente del sonido envolvente de campo cercano para un audio junto con un sonido envolvente 7.1 para una experiencia de juego bastante inmersiva.

A diferencia de los altavoces tradicionales, el sonido envolvente de campo cercano de Project Carol proporciona un audio más directo, aseguran en compañía de periféricos, lo que brindan un paisaje sonoro más envolvente.

Cómo funciona la tecnología háptica de Razer y su nuevo proyecto

Project Carol funciona con la tecnología Razer HyperSense. El cojín convierte los sonidos del juego en retroalimentación háptica en tiempo real, lo que permite a los gamers sentir todo detrás de ellos, colocándolos en medio de la acción.

Project Carol es compatible de forma nativa con PC y está diseñado para adaptarse a todas las sillas de juego, incluida las sillas Razer Iskur y Enki, a través de unas correas elásticas y ajustables.

Una vez conectado a través de conexión inalámbrica 2.4 GHz, Project Carol proporciona hasta 8 horas de juego antes de cargarlo. Es decir, la batería permite jugar en sesiones de laborales de jornada completa, pero no aguantaría una Lan Party de varios días.

Y no han explicado si se carga con un USB Tipo-C normal o si llevará su propia tecnología de carga, aunque Europa tiene algo que decir al respecto. Ojalá salga adelante este proyecto de Razer y lo veamos en las tiendas, que tiene pinta de ser, cuanto menos, un invento curioso.

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